martes, 9 de diciembre de 2008

Mi confrontación con la docencia.


La profesión que elegí estudiar al concluir el bachillerato fue de Licenciatura en Informática. A la par que estudiaba la licenciatura, inicie mis estudios de carrera técnica en inglés, los cuales concluí muy satisfactoriamente.

Al concluir la licenciatura en 1999, logre colocarme en una comercializadora. Mis labores: diseñar la página Web, contactar clientes, administrar la red y otras labores de oficina, así que después de 6 meses de mucho estress y sin tiempo libre para mí, comprendí que yo no era para estar encerrado en una oficina.

En enero del 2000 ingresé al Instituto Tecnológico Superior de Ciudad Serdán en Puebla. Así que este fue mi primer encuentro con la docencia, he de confesar que mi inexperiencia se vio reflejada en el aula, tenía los conocimientos pero no sabía como compartirlos con mis alumnos. Al año me ascendieron a Jefe del Centro de Cómputo, y dos años después a Subdirector de Extensión y Vinculación. Por lo que dedicaba tiempo a mis labores administrativas y la docencia quedo a un lado.

En enero del 2006 decidí renunciar y regresarme a vivir a la ciudad de Puebla, Después de medio año de no conseguir nada, en septiembre surgió la oportunidad de colocarme de docente en la Universidad Tecnológica de Puebla impartiendo materias de Formación de Emprendedores. Y en febrero de 2007 me llamaron para cubrir un interinato para la materia inglés en el Cetis 151, y al siguiente semestre logré hacerme de una plaza de 12 horas impartiendo materias de informática (páginas Web, bases de datos y programación visual).

En mi reencuentro con la docencia y el dedicarme de lleno a ella, tanto a nivel superior como en el medio superior, he encontrado una manera de sentirme útil al ayudar a los jóvenes a formarse no solo en lo académico, sino como personas. Me apasiona trabajar con ellos, y recibir muchas satisfacciones en lo académico, y me motiva a acrecentar mi desarrollo personal y profesional.

He aprendido a ser docente con la práctica, y la capacitación constante recibida en la universidad y el Cetis, siento que he encontrado una vocación que se ha vuelto mi forma de vida. Me he dado cuenta que el trabajo con los alumnos de nivel bachiller es donde mejor puedes influir para ayudarles a mostrar sus capacidades, orientarlos y enseñar a valorarse, aunado a lo académico.

Las pocas insatisfacciones que he tenido son las que se dan por cuestiones administrativas, porque en el aula es mi labor sacar del entorno y de mis alumnos el mayor provecho. La mayor satisfacción que he tenido a un año y medio en el bachiller es haber participado con mis alumnas en el Concurso de Prototipos a nivel estatal, con la página Web “México a través del Tiempo”, ganarlo y participar en la fase nacional representando a Puebla.

Y concluyo con esta frase que muy conveniente esta escrita en mi agenda de hoy:
“La vida exige a todo individuo una contribución,
y depende del individuo descubrir en que consiste”

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